Artículo: Radiación UV: verdades y mitos que deberías conocer
Radiación UV: verdades y mitos que deberías conocer
¿Tus gafas de sol te protegen realmente?
No olvides esto al elegirlas. Cuando compramos unas gafas de sol, solemos fijarnos primero en la montura o en el color de las lentes. Y sí, el diseño importa... ¡pero no lo es todo!.
¿Qué es la radiación UV y por qué es tan importante?
La radiación UV (ultravioleta) forma parte del espectro de la luz solar, aunque es invisible para el ojo humano. Tiene una longitud de onda que va de los 100 a los 400 nanómetros, y se divide en tres tipos:
UVA → Tiene la onda más larga. Penetra en las capas profundas de la piel y contribuye al envejecimiento prematuro (como las arrugas). Está presente durante todo el año, incluso en días nublados.
UVB → Es la más agresiva para la salud. Un exceso puede provocar quemaduras solares, enrojecimiento e incluso cáncer de piel.
UVC → Es la más corta y peligrosa, pero afortunadamente no llega a la superficie terrestre, ya que la bloquea la atmósfera.
¿Y qué tiene que ver esto con tus gafas de sol?
Una buena lente solar debe tener filtro UV. Este tratamiento especial bloquea la entrada de la radiación UV a tus ojos, evitando daños a largo plazo.
La exposición prolongada a los rayos UV puede causar:
. Visión borrosa
. Irritación o escozor ocular
. Ojos rojos
. Fotofobia (sensibilidad a la luz)
. Inflamación de la córnea
En casos extremos, incluso pérdida temporal de visión o aparición de cataratas.
4 mitos sobre las gafas de sol que deberías olvidar ya.
MITO Nº1 – “No necesito gafas de sol cuando está nublado o en invierno”. Falso.
Aproximadamente el 90% de los rayos UV atraviesan las nubes, así que tus ojos siguen expuestos incluso en días grises.
Además, la radiación ultravioleta se refleja en superficies como la nieve, el agua, la arena, el asfalto o el cristal, intensificando su efecto.
Incluso estando a la sombra, hasta un 50% de los rayos UV pueden llegar a tus ojos. Así que sí: las gafas de sol son necesarias todo el año.
MITO Nº2 – “Los niños no necesitan gafas de sol” Totalmente falso.
Los niños pasan más tiempo al aire libre que los adultos: en el recreo, haciendo deporte, de paseo...
Y lo más importante: sus ojos aún no están completamente desarrollados, lo que los hace más vulnerables a los daños del sol.
Los expertos recomiendan proteger especialmente a los peques menores de 2 años, ya que la luz directa puede provocar desde ojos secos hasta inflamación en los párpados o la córnea.
Además, la mayoría de los daños solares en los ojos se producen antes de los 18 años.
¿Un truco? Si te ven usar gafas de sol a ti, querrán imitártelo. Enséñales desde pequeños a proteger sus ojos y a cuidar sus gafas.
MITO Nº3 – “Todas las gafas de sol tienen filtro UVA o UVB” Ojalá fuera así, pero no.
Muchas gafas baratas o falsificaciones no ofrecen una protección real contra la radiación ultravioleta. Algunas son simplemente accesorios de moda sin ningún tipo de filtro.
Antes de comprar unas gafas, asegúrate de que llevan una etiqueta que indique protección UV (mejor aún si es UV400) y de que compras en tiendas o webs certificadas, como es el caso de HUCA Sunglasses.
En HUCA, todas nuestras gafas vienen con protección UV 100% garantizada, para que tus ojos estén siempre protegidos.
MITO Nº4 – “Cuanto más oscuras las lentes, más protegen” ¡Cuidado con este error común!
Unas lentes muy oscuras sin filtro UV pueden ser más peligrosas que no llevar nada. ¿Por qué? Porque el ojo se adapta a la oscuridad dilatando la pupila... y eso deja pasar aún más rayos nocivos.
Lo importante no es el color, sino que las lentes tengan protección UV certificada. Eso es lo que protege realmente.
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☀️ En resumen:
- Cuando elijas gafas de sol, asegúrate de que incluyan protección 100% UV o UV400. No basta con que las lentes sean oscuras —el color por sí solo no protege del sol.
- No te la juegues con tus ojos. Llevar unas gafas de sol con protección adecuada no es solo cuestión de estilo, es salud visual. Y si son bonitas además de seguras, mucho mejor, ¿no? 😉
